Hace unos años me preguntaron: "¿Qué recuerdas ahora de antes de los 4 años?". Mi primera reacción fue: "En realidad nada". Al cabo de un tiempo, empiezas a reflexionar sobre esa cuestión de todos modos.

Hoy estoy de vuelta en mi región natal. Cuando paso por De Soester Duinen en tren, recuerdo las historias de cuando había perdido a mi padre y los desconocidos me preguntaban: "¿Cómo te llamas?". Yo había respondido: "Marco Borsato". "¿Y tu mamá y tu papá?", preguntaron. Les respondí: "Gijsbert y Jacqueline". Por supuesto, esas personas no podían hacer nada con eso.

No recuerdo nada de esto, pero gracias al relato y a las fotos, sigue siendo un recuerdo que se te queda grabado.

Lo que sí recuerdo es que, de pequeño, paseaba por un pequeño arroyo con un puente de madera y un sauce llorón. No tengo ni idea de dónde está porque me mudé cuando era joven y nunca volví a visitarlo.

Es una de esas cosas nostálgicas. Cuando pienso en los viejos tiempos, sólo puedo mirar hacia atrás con gratitud por la buena infancia que tuve. Llegué a conocer a Dios a través de mis padres, pero al hacerlo llegué a "conocer" a Dios yo mismo. Las dificultades que yo también he tenido me han convertido en el Marco que soy hoy.

He sido molesto a veces, tal vez a menudo, quién sabe. Pero a pesar de todo, puedo decir con seguridad que la educación que me dieron mis padres no fue mala.

¿Quizás también interesante para ti?